domingo, 7 de abril de 2013

Mercurio

¿Quién no se acuerda de Mercurio? Sí claro, la tienda de la calle Uría fundada por Mercurio (padre) y continuada por Mercurio (hijo), aquí os dejo un artículo aparecido en "El Comercio".

www.elcomercio.es/v/20130324/gijon/eran-tiendas-gijon-20130324.html


Trabajadores de Mercurio

Y el famoso árbol de Navidad de Mercurio.

Gracias a Ángel Canal por el aviso.


domingo, 3 de marzo de 2013

Electrogás calle corrida



Nueva foto de Electrogás en la calle corrida, en esta ocasión podemos ver los dos rótulos de Philips y la parte baja del rótulo central, también podemos ver persiana que servía para cerrar el acceso a los escaparates.

Gracias nuevamente a Miguel Ángel García Amado por localizar la foto en:
www.facebook.com/GijonEnElRecuerdo




Nueva semeya de Electrogás na cai corrida, nesta ocasión podemos ver los dos rótulos de Philips y la parte baxa del rótulu central, tamién podemos ver la persiana que sirvía pa cerrar l'accesu a los escaparates.

Gracies nuevamente a Miguel Ángel García Amado por alcontrar nos la semeya en:
www.facebook.com/GijonEnElRecuerdo

sábado, 2 de marzo de 2013

Seccion Comercial en 1926

Publicidad de la Sección Comercial de la Compañía Popular de Gas y Electricidad en el año 1926, se puede ver la entrada de la tienda y en la publicidad podemos leer "Aparatos Decorativos" "Instalaciones de Gas" y "Radiotelefonía"



Gracias a Miguel Ángel García Amado por darnos el aviso de la fuente: 
www.facebook.com/GijonEnElRecuerdo




domingo, 10 de febrero de 2013

"EL EXTRAÑO" REFLEXIÓN


Unos cuantos años después que yo naciera, mi padre conoció a un extraño, recién llegado a nuestra pequeña población. Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje, y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia.

El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros. 

Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.

Mis padres eran instructores complementarios. 
Mi mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer. 

Pero el extraño era nuestro narrador. 
Nos mantenía hechizados por horas con aventuras, misterios y comedias. 

Él siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia. 

¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro! 

Llevó a mi familia al primer partido de fútbol. 

Me hacia reír, y me hacía llorar. 

El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba. 

A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad.  (Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que el extraño se fuera.) 

Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas. Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra casa… Ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase. Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacia que papá se retorciera y mi madre se ruborizara. 

Mi papá nunca nos dio permiso para tomar alcohol. Pero el extraño nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente. 

Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas. 

Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo. Sus comentarios eran a veces evidentes, otras sugestivos, y generalmente vergonzosos. 

Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño. 

Repetidas veces lo criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar. 

Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó con nuestra familia. 
Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio. 

No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía... 

¿Su nombre? 
Nosotros lo llamamos Televisor ...
 

¡Ahora tiene una esposa que se llama  Ordenador
y un hijo que se llama  Móvil ! 

miércoles, 23 de enero de 2013

Otra pared Philips

Gracias a Ángel Solar que nos ha encontrado otra pared Philips, esta vez está situada en: Piñera de Abajo en Cenero, concejo de Gijón